Un hombre camina sobre la superficie helada de un lago en Chicago, ante un paisaje de agua congelada transformada en “barrotes”. La ola de frío polar que hace tiritar buena parte de Estados Unidos empezó a retirarse, dejando atrás al menos una veintena de muertos y pérdidas que se calculan en más de U$S 5.000 millones. La tormenta invernal “Hércules”, que empujó fuertes nevadas desde el nordeste y la ola de frío que rompió récords en vastas áreas de Estados Unidos, afectó a unos 187 millones de personas. Ayer se cancelaron 1.700 vuelos, una cifra menor a la del martes, cuando fueron cancelados 2.500. El frío, que acentuado por el viento llevó la sensación térmica a unos 40 centígrados bajo cero en Minnesota y Wisconsin, obligó al cierre de escuelas en 14 estados del centro y nordeste. El frente ártico llevó temperaturas extremas desde Boston, en Massachusetts, a Knoxville, en Tennessee, y desde Atlanta, en Georgia, a Little Rock, en Arkansas, y batió en el Central Park de Nueva York un récord de 118 años.